Muros de engaño y vileza,
muros mediáticos,
infames ladrillos que se elevan
salvaguardan odiosos privilegios.
Muros defendidos por letales balas de goma
coronados de concertinas sangrantes
que hienden la piel,
que hienden las carnes...
Muros castrantes,
de fe y tinieblas
de fronteras y patrias
de océanos traga vidas.
Muros que se agrietan con el paso de las batallas
-huellas vivas del desigual combate-
y por entre sus rendijas aflora, la vida
desterronando la tierra con las uñas.
¡Oíd!, es el viento,
el viento que sopla.
A través de las rendijas viene silbando
y es como si los caídos, respiraran en sueños;
hacinados bajo la sombra de la muralla
yacen nuestros sueños rotos,
trepándolos vendrán otros
gritando viejas canciones.
Mediterraneo, nuestro muro de la vergüenza. Fosa común de la Unión Europea. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario