lunes, 31 de agosto de 2015

El vientre del anarquista (II)


Un paso tras otro, y otro y otro...
La vista gacha, concentrada, 
obcecándose contra el camino,
como queriendo impulsar
el cansino peregrinar.
¡No hay dolor, no hay dolor!
Obstinación.

El sol, rojizo como una brasa sobre el horizonte, 
incendia las últimas nubes del día.


Corça - (Lleida) Foto: @15Mmikel

2 comentarios:

  1. Precioso poema lleno de emoción y tremenda actualidad. Las personas, igual que los pájaros, migran en busca de un mejor grano o simplemente un grano que llevarse a la boca.
    Enhorabuena!!!

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