¿Tan heridos estamos que ni tan siquiera podemos levantarnos?
Hace tiempo que en las movilizaciones no percibo ni alegría ni rabia. Tan sólo una onerosa letanía de frustración cuasi resignada.
Incluso la ira sería preferible a esta desidia ordenada, a esa terrible resignación que nos aboca al desastre y la barbarie.
Que este año 2014 reconquistemos la alegría. Que en las calles seamos cientos de miles en lugar de cientos o miles.
Feliz 2014 para todos aquellos, que pese a la ignominia que nos rodea, persisten en su tenaz lucha por un mundo más justo e igualitario.
Los post del 2013:
Ruptura o agonía (II)
Milagro en Badalona
Homo Consumus
Estimada Angels, yo también fui mal contado
Ruptura o agonía (I)
Retazos de twitter (III)
Mayo sin Miedo
La Huelga de la Canadiense
Prólogo
2012 Retrospectiva
No es una letanía de resignación y frustración, sino una mecha de una montaña de pólvora a punto de incendiarse, pero ¿cuánto hace falta que se acerque el fuego para que se produzca la ignición? …
ResponderEliminarEnhorabuena como siempre por tu 2013 Retrospectiva.
Un abrazo.