En resumen advierten de que: Los recortes del gasto público ahogan el consumo, y esto nos lleva a una prolongada recesión.
Sin consumo no hay crecimiento, sin crecimiento no hay crédito y, sin crédito no hay consumo...
Por otro lado, también resulta evidente que la deuda acumulada ya es impagable. Los mercados lo saben, y ya no creen en el futuro. Se acabó el crédito.
La crisis no es solo financiera, también es política, social, medioambiental, energética...
Es la crisis de un modelo agotado al borde del colapso.
El camino está trazado. Más recortes sociales y laborales. Más presión social y más represión. Estamos sentados sobre un polvorín mientras, nuestros dirigentes políticos juegan a ver quien es el más popular de la clase.
La sombra de la tragedia griega se cierne sobre nuestras cabezas.
Los tiempos están cambiando. La palabra como arma, fluye sin mordaza fuera de los medios de comunicación tradicionales. Donde haya una conciencia crítica conectada a la red, no habrá control ni censura que pueda parar la ola viral de la insurrección. Cuando las calles sean reprimidas, decenas de obturadores se abrirán para capturar y difundir los excesos del poder.
Asistimos a las últimas convulsiones de una época, que para bien o para mal ya no volverá.
El futuro es inquietante pero, albergo la esperanza de que sepamos aprovechar la crisis, para construir un mundo mejor.
Ironía. El cambio ya ha empezado: García Albiol candidato al premio Príncipe de Asturias a la concordia 2012. (Vídeo: Miguel García).
Buen blog, 100% de acuerdo.
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