lunes, 24 de febrero de 2014

Hombrecillos verdes

Yo era un niño la noche del 23-F, no entendía nada pero fui consciente de que algo grave ocurría, pues mi tío vino a casa muy asustado y él y mi padre quemaron sus carnés de afiliación sindical.
Esa noche muchas personas no conciliaron el sueño, algunos, ni siquiera se atrevieron a dormir en sus casas.

En este país el fascismo no fue derrotado. A día de hoy muchos siguen travestidos de demócratas, los cientos de miles de cadáveres que yacen en nuestras cunetas dan fe de ello.
Frivolizar con el miedo, el dolor y el fascismo por un puñado de audiencia...
¿Qué será lo próximo? ¿Retransmitir en directo y en rigurosa exclusiva la agonía de un enfermo en el pasillo de un hospital público vejado por las políticas neoliberales?
¡Todo por la audiencia, todo por la pasta!
¡No! No todo vale...


Mientras en nuestra desdichada tierra el General Franco ejecutaba su implacable genocidio, al otro lado del Atlántico, un jovencísimo Orson Welles (24 años) acuciado por la baja audiencia (3%) de sus representaciones radio-teatrales y el consecuente cierre de su programa de radio en la CBS, determinó que su próxima entrega de la serie de novelas radiofónicas debería ser lo más realista posible.
Su compañía de teatro "Teatro Mercury" adaptó la novela "La Guerra de los Mundos" de H.G Wells. La noche del 30 de octubre de 1938, se retransmitió en directo enfocada como un programa musical que se vería interrumpido por boletines informativos que comunicaban que los Estados Unidos estaban siendo invadidos por marcianos que exterminaban a la población. La representación fue aderezada con efectos sonoros (gritos de pánico, explosiones, disparos...) y supuestas entrevistas a testigos oculares y militares. Tanto al inicio de la representación como a mitad de la misma se indicó de que todo era una obra teatral, pero muchos oyentes que sintonizaron la radio a destiempo no lo advirtieron y no tardó en cundir el pánico.
Miles de familias abandonaron sus hogares y colapsaron las carreteras tratando de huir. La policía registró multitud de llamadas de socorro y hasta se movilizaron algunas unidades del ejercito.
Welles fue duramente criticado y se iniciaron pleitos contra la CBS. La audiencia del programa subió como la espuma y este hito radiofónico encumbró a Orson Welles demostrando el poder de la radio y el de una narración bien hecha.


Entre los hombrecillos verdes de tricornio de Jordi Évole, y los de las antenas de Orson Welles, no tengo dudas; los marcianos nunca mataron a nadie.
Lo de Welles fue una genialidad de un Maestro, lo de Évole, una payasada mal calculada.

Por lo que a mi respecta prefiero el periodismo comprometido alejado de los massmedia, como, por ejemplo, el que realizan con mucho empeño cafèambllet, entre tantos otros...

Y si de buena ficción-realidad se trata, les encomiendo a ver este fabuloso vídeo (2min) con el audio original de la emisión radiofónica de Orson Welles. Pongan la pantalla grande en HD y suban el volumen: The War of the Worlds (HDR timelapse)

8 comentarios:

  1. No puedo estar mas de acuerdo. Yo admiraba a Évole y respetaba su periodismo pero a partir de anoche se ha convertido en una prostituta de la televisión.Alguien que es capaz de hacer lo que sea por conseguir unas décimas de audiencia. Hoy he desintonizado esta cdena para la que trabaja este señor. O cambian de dirección periodística y vuelven a hacer periodismo serio o habrán perdido un televidente para siempre

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola amigo anónimo,
      entiendo perfectamente tu cabreo. No es plato de agrado sentirse engañado.
      Afortunadamente ese no es mi caso, pues no soy habitual seguidor de su programa, pese a que reconozco su utilidad y así mismo se lo manifesté personalmente a Jordi.
      También comprendo el cabreo de buena parte de la profesión periodística; unos porque por envidia hacía tiempo que le tenían ganas, otros porque lo encumbraban y peloteaban y se han visto con el culo al aire, otros porque siempre lo consideraron un intruso, y otros porque se ha saltado todos los cánones de la profesión.
      De la mano de humorista Jordi Évole, el programa Salvados ha venido a ocupar un espacio periodístico vacío en los massmedia.
      Para mi es un programa irregular, que en muchos casos no aborda los temas con la profundidad requerida.
      Jordi, ese simpático y humilde pillo, sólo se moja hasta donde le dejan, si bien es cierto que si lo hiciera, posiblemente hace tiempo que ya no estaría en antena.
      No se si es un buen o mal tipo, lo que sí que se es que desde el 2011 a esta parte, han duplicado con creces sus recursos humanos y materiales. En casa Salvados, las cosas van muy, pero que muy bien ¡Visto con mis ojitos!
      No nos engañemos, el combustible de las televisiones son las audiencias. Estas traen publicidad y por ende ingresos, dinerito, pasta.

      Pese a que a nivel de massmedia no hay nada más, si los referentes mediáticos de la izquierda han de ser el grupo Prisa y la Sexta, ¡estamos aviados!

      Saludos!!!

      Eliminar
  2. Pues dicho así, parece que lo de Wells creó un efecto mas peligroso que lo de Evole. Personalmente, el mayor reproche que puedo hacerle a TODOS los relatos del 23F es reducir a los ciudadanos al papel de meros espectadores asustados o perplejos como si solo existieran el rey, el parlamento y los militares.
    Recuerdo el 23F, la preocupación por los nuestros (mi hijo de un año, mi compañera embarazada) pero no habría sido la primera experiencia con la clandestinidad si hubiera sido necesaria. Recuerdo acudir a los locales para ver que se podía hacer, ir a repartir propaganda en el metro, acudir a la fábrica y convocar asambleas.... sí, habría sido duro, pero de no haberse parado por el jefe del estado que Franco eligió, tampoco es seguro que hubiese triunfado. ¿Tal vez por ello no contaba con el apoyo americano - si con su abstención?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Fernando por compartir tu opinión y experiencia.

      Lo de Welles es teatro y este se mide en arte, en espectáculo.
      El periodismo se debería medir en rigor y credibilidad. Dicho lo cual, la veracidad no tiene porque estar reñida con el entretenimiento.
      En la legendaria alocución de Orson Welles, se advirtió de la ficción tanto al inicio de la misma como a los 40 minutos de programa. La narración en directo fue tan magistral, que mucha gente se aterrorizó.

      Creo que el marketing que ha realizado la Sexta durante las dos semanas previas a la emisión de el falso documental "Operación Palace" a sido muy bueno, los resultados de audiencia así lo avalan, como delatan sus verdaderas intenciones mediáticas.
      Creo que Évole se ha hecho un auto 23-F. No sé, el tiempo dirá… pero ya que somos tan dados al infantilismo y el entretenimiento (pues así nos educan los massmedia), no me extrañaría que lo volvieran a encumbrar a no se que categoría celestial de la comunicación y el periodismo.

      Obtendremos la respuesta a esa y otras tantas preguntas, el día que alguien haga un verdadero reportaje de investigación que arroje luz sobre tan sombríos acontecimientos, o cuando seamos capaces y merecedores, de tener un parlamento que elija a un gobierno que no nos trate como criaturas o retrasados mentales.

      Salud!!!

      Eliminar
  3. Elena Aragüés26 febrero, 2014

    ¿Dónde estabas durante el golpe de estado del 23F? Todos tenemos una respuesta para eso o una anécdota familiar que contar. Todas ellas con un alto nivel de tensión, unas gotas de miedo y un mucho de incertidumbre. En mi caso contaba apenas dos años, pero me han explicado tantas veces la historia familiar de aquella noche, y el miedo, el de todas las casas, que no sé si lo recuerdo o con los años lo hice mío. La anécdota graciosa, unos tíos míos que, días posteriores al día en cuestión, fueron a bautizar a una prima, no sea que de verdad llegara la dictadura y la niña sin bautizar. La anécdota terrible, la de todas las casas, nos vamos, nos quedamos, mañana vamos a la fábrica a trabajar o no porque estoy en un sindicato y verás lo que nos pasa…
    La información de Iñaki Gabilondo en RTVE, el discurso del Rey del día siguiente, la unidad de todos, y la democracia restablecida y fortalecida, es el cuento que nos han explicado año tras año, documental tras documental y reportaje tras reportaje en los medios de comunicación. Como si de un suceso guionizado de verdad se tratara. Hasta el punto que ¿quién no se sabe una frase dicha por algunos de los protagonistas de aquella noche, repetida y parodiada hasta la saciedad?¿Quién no sabe identificar a los héroes que se quedaron plantados literalmente frente a Tejero?¿Quién no ha buscado los agujeros de las balas en el techo del hemiciclo, si ha tenido la oportunidad o las ganas de visitarlo? Quién en los últimos años, cuando se acercaba el aniversario del llamado “fallido golpe de estado”, no ha pensado “a ver si nos dan alguna información nueva, conspiranóica o no, que todo lo demás me lo ha explicado mi abuela, mi padre y mi vecina 20 veces”.
    Y en eso aparece Évole, y nos aporta algo diferente, no me recuerda a “La Guerra de los Mundos”; ni a la “Operación Luna”; no me parece una frivolidad; no creo que se ría de la audiencia ni compro lo del todo vale. Desde el inicio me vino a la cabeza una imagen, o mejor un sonido, el de las chirigotas de Cádiz. Aprovechando que se acercan los carnavales pensé ¡qué tío más grande! En mi opinión un documental hecho chirigota, que parodia pero denuncia, critica incisivamente, y nos rasga las vestiduras. En mi opinión, nos tiraba en la cara, no a la audiencia, o quizá sí, sino al estado, a todos los gobiernos sucesivos a aquel día, un empecinamiento en no aclarar, en no explicar, en no denunciar, en no actuar y en contribuir a las historias de conspiración. Afrentando al resto de medios de comunicación, parodia, mofa, y sorna en mano, que relegaran el papel de la sociedad, aquel día, al mero hecho de estar enganchados a una radio o huyendo a Francia y a dar una única información colectiva, unitaria, sin salirse del guion, uno hecho esta vez no por Garci sino seguramente por algún escritor con mucho más que perder.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Elena, muchísimas gracias por compartir tu 23-F y por el tiempo has dedicado en escribir lo que sin duda podría ser un estupendo post.

      Si me lo permites, partiré de tu divertida aunque terrible anécdota del bautizo para tratar de responderte:

      Como ya digo en el post, en este país el fascismo no ha sido derrotado, de lo contrario, apenas quedarían cadáveres en nuestras cunetas, se hubiese reparado y dignificado a las víctimas y sus familiares, y se estudiaría en la escuelas el genocidio de los vencidos para evitar que la historia se vuelva a repetir. Lejos de esto, siguen tratando de enterrar y rescribir sistemáticamente nuestra menoría histórica (la historia la escriben los vencedores). De hecho, el poder económico-político sigue en las mismas manos "manchadas de sangre".
      Es por ello que tus tíos obraron así, es por ello que a día de hoy el miedo sigue latente en muchos corazones. Es por ello que esta "chirigota" no es pertinente en un contexto en el cual las heridas de los vencidos siguen abiertas.
      ¿Cómo te sentirías, si supieras que tu nombre aparecía en una lista negra en el oscuro bolsillo de uno de los golpistas, y que un falso documental tratase con equidistancia a verdugos y futuribles víctimas?
      Por otro lado, imagínate por un momento que el próximo domingo hiciesen un falso documental "chirigota" sobre los atentados del Hipercor o sobre los del 11M…

      En este post, no es mi intención ni creo haberlo hecho, el de realizar una comparativa entre el genio de Welles y el bueno de Évole, ni tampoco entre "La Guerra de los Mundos" y "Operación Palace", sería totalmente ridículo y absurdo.

      Soy muy fan de innovar, experimentar y transgredir, pero francamente "Operació Palace" me parece una gran cagada. Si realmente se quería denunciar la falta de transparencia del Estado y despertar el espíritu crítico de la audiencia, estoy seguro que habían otros caminos.

      "Operación Palace" es un asunto riquísimo en matices y fácilmente, defensores y detractores encontraremos argumentos válidos para ambas opciones. Sin ir más lejos, tú lo has hecho estupendamente.

      Muchas gracias por ofrecerme tan valioso testimonio.

      Un fuerte abrazo, Elena.

      Eliminar
  4. La verdad es que comparto alguna de las cosas que dices. Lo de Évole no me pareció una genialidad me pareció, simplemente, inncesario. La verdad es que desde el minuto 1 te dabas cuenta que era una broma (de mal gusto en algunos momentos) y lo que podría haber sido un ejercicio/experimento periodístico mínimamente interesante se quedó en una burda y cutre farsa.
    ¿Pero sabes que es lo que más me molestó? El supuesto debate serió que siguió a la payasada. La justificación de que era necesario hacer algo así para hacer reflexionar al espectador me pareció un insulto a la inteligencia. Era decirnos a la cara algo así como, sois gilipollas pero tranquilos que ya estoy yo aquí para que abráis los ojos y entendáis algo, lerdos!

    No me gusta Évole, de hecho casi nunca lo veo, y creo que estamos muy mal si este señor es, hoy por hoy, considerado el mejor periodista de este país. Cuando digo eso todos alaban la "labor social" que hace con su programa... La verdad es que prefiero no opinar de eso. En fin, que para muchos si él no lo explica parece que no ha pasado o no ocurre; lamentable!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por dejar tu opinión,

      Pues sí, la guinda del asunto vino en el debate posterior. Ese que no aportó nada nuevo sobre tan aciagos acontecimientos y que justificó la farsa previa, como un ejercicio de "madurez y normalidad democrática".
      ¿Acaso estos Señores vivan en el mismo país de Rajoy?

      ¡Para reír, llorar o vomitar, oiga!

      Saludos!!!

      Eliminar