Esta es una historia real. Los hechos que se relatan tuvieron lugar aquí mismo, en nuestro barrio, en nuestro colegio…
— Mama, com és que el meu col·le té una xemeneia?
—Doncs, perquè abans de ser una escola va ser una bòbila.
—I què és una bòbila, mama?
—És on es fabriquen els maons.
—I com és que ara és un col·le?
—Mmm! Això crec que t’ho explicarà millor el iaio. ¿Verdad que sí, yayo?
—¡Claro que sí! A ver por dónde empiezo… Ven y asómate a la ventana conmigo. ¡Mira!, ¿ves todos estos bloques de pisos?
—Sí, y también se ve mi cole con su chimenea.
—Pues muchos de los ladrillos con los que se construyeron estas viviendas salieron de esa chimenea.
—¡Hala! ¿Salieron volando?
Treballadors de la bòbila can Navarra (1949) |
—¡Jo, qué pasada! No tenía ni idea.
—Cuando nosotros vinimos del pueblo y llegamos a Badalona, estuvimos un tiempo viviendo en casa de un tío de tu abuela. ¡Dormíamos seis en una habitación! Hasta que por fin pudimos comprar este piso. La bòbila ya no funcionaba y los críos solían jugar en ese solar que ahora es tu cole.
—M’encantava jugar allà quan era nena. La terra era molt vermella de la pols dels maons i quan plovia es feien uns bassals gegants. Quines batalles de pirates ens imaginàvem! Les boles de fang eren la nostra munició i amb els palets construíem vaixells i castells.
—Jajaja! No t’imagino jugant a pirates, mama.
—Por aquel entonces, en el barrio faltaban aceras, no había alumbrado público y por la noche las calles estaban oscuras…
—Recuerdo que un día fuimos en manifestación con velas encendidas y tú me animabas a gritar con los demás: ¡Queremos luz! ¡Queremos luz! ¡Queremos luz!
—Entonces eras una mocosa muy vergonzosa, pero al final te animaste con tu vocecita de pito. Hicimos tres manifestaciones con velas aquí en Sant Mori. Eso fue a principios de 1975, y ese mismo año, conseguimos parar la construcción de más bloques en el solar que ahora es el parque del Gran Sol y el polideportivo de Llefià. ¡Tendrías que haber visto a la yaya sentada frente a las excavadoras! Así, ellas paralizaban las obras mientras nosotros estábamos trabajando. Ganar para el barrio esos espacios públicos fue una gran victoria vecinal.
Manifestació per l'escola pública. Badalona anys 70 |
La obra no se terminaba nunca y hartos de esperar, niños y profesorado con el apoyo de madres y padres, ocupamos la escuela. ¿Te acuerdas, hija?
—¡Cómo olvidarlo! Fue un día muy emocionante, teníamos muchas ganas de salir de la lata de sardinas que era nuestra aula y estrenar un colegio de verdad.
“¡No, no, no nos moverán! De este nuestro cole, no nos moverán…” Cantábamos algunas desde las ventanas. ¡Menuda se armó! Los de las obras se echaron las manos a la cabeza al vernos llegar y ocupar las aulas de arriba, que eran las únicas que estaban acabadas. Después, estuvimos soportando el ruido de las obras hasta final de curso, pero nos sentíamos muy ilusionados y contentos con nuestro nuevo cole.
—Si la memoria no me falla, lo ocupamos el siete de diciembre de 1984 y se inauguró oficialmente al año siguiente. Nevó e hizo muchísimo frío ese invierno. Fueron tiempos difíciles pero alegres; luchábamos, teníamos ganas, había esperanza.
Families del Josep Carner en lluita contra les retallades (2012) |
—Bueno… Con los años se fueron conquistando nuevos espacios y mejoras para la escuela. Aquella fuente, la biblioteca… ¡Mira! ¿Ves aquellos árboles de tu cole? Pues las semillas vinieron volando de los árboles que hay al lado de la rotonda del Che, justo donde está la pirámide de cuerdas que tanto te gusta trepar. Y germinaron los arbolitos junto a la vivienda del conserje. Él, los regó y cuidó, y cuando los jóvenes árboles tuvieron más o menos tu altura, los trasplantó y crecieron fuertes y sanos.
—Van venir volant? Què fort!
—Sí, així va ser. Però com ha dit abans el iaio, ¡nada llueve del cielo!, i sense el treball del conserge, els arbres difícilment haguessin sobreviscut.
Pati de l'escola Josep Carner (2018) |
—Wow! Quina història... Sabeu una cosa? M’encanta la meva escola amb la seva xemeneia!.
Miguel García
Un amic del barri
Queremos agradecer a las personas que nos han dedicado su tiempo y recuerdos para poder llevar a cabo este proyecto, y especialmente a la persona que ha sido capaz de plasmarlo en letras. Gracias Pedro Jesús (concejal de educación en los años 70), Villar (miembro de la primera junta del AMPA), Jesús Moreno (primer conserje) y Miguel García.
Cristina Acedo y Eva Ortiz
P.S. Gracias por haber confiado en mí. Ha sido un ilusionante placer trabajar en este proyecto junto a vosotras.
Relato publicado en la revista escolar RENRAC
Hola Miguel y compañia , soy MCarmen mestra de l'escola Josep Carner en la actualidad. Gracias por esta joya valiosisima que compartiré com mis alumnos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, MCarmen. Celebro que te haya gustado, me hace especial ilusión que lo compartas con tus alumnos :)
EliminarUn abrazo