viernes, 8 de marzo de 2024

A Didier Roch


Querido Didier, 


se me hace difícil expresar con palabras la honda tristeza que siento. Como la piel desgarrada de mi tambor que con tus nobles manos trabajaste, así estoy yo por dentro. Roto. 

No me hago a la idea… Te voy a echar muchísimo de menos, amigo. 


Querido Didier, 


armado de paciencia, humildad y amor por la música, anduviste tu camino sembrando armonía. Que gran suerte haberte conocido y compartir contigo tantas y tantas horas, tiempo que ahora me sabe a poco. 


Querido Didier, 


tú que acostumbrabas a enfrentar la adversidad con optimismo, a proteger de tus males a los demás, a sonreír y contagiar entusiasmo como un niño apuntando con el dedo a la luna llena… No, no merecías sufrir esta tragedia.


Querido Didier,


ahora eres Foli latiendo en nuestros corazones, 

una lluvia de marzo repicando contra la ventana,

el rumor de las olas acariciando la arena, 

el viento silbando entre los árboles 

tus ancestrales melodías.

“¡Camina, camina, camina!”







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